Levantarte un día más, y pensar: hoy no, hoy todavía no toca. Sonreír a pesar de todo, esa es la actitud. A pesar del cansancio, a pesar del agobio, a pesar de que haga un mal día y no te apetezca verle la cara al mundo. Sin embargo, ahí estás tú, pequeña e insignificante, pero fuerte. Aguantando otro día más, pensando que queda un día menos, si lo ves del revés, que cada día que pasa es maravilloso por el simple hecho de serlo, por el simple hecho de poder colarme entre tu risa. Por ese quiero y no puedo, o ese tira y afloja. Lo que es mejor: por ese quiero y lo intento, y por ese tira que yo te sujeto. Por esas cosas, por el esfuerzo, por los recuerdos, aunque sepas que luego duele, que en un futuro herirán las cicatrices del alma, aún así, echaré de menos esos días, en los que el tiempo no cambiaba, en los que todavía quedaba un rinconcito para soñar.
Dedicado a esa personita que, por muy mal que me salga un texto, aunque lo haga de noche, cansada y en cinco minutos, ella me seguirá diciendo que es precioso. Muchas gracias por todo. ASM.