domingo, 30 de diciembre de 2012

La sombra del viento.

Más que un libro.



"Querido Julián:
Esta mañana me he enterado por Jorge de que realmente dejaste Barcelona y te fuiste en busca de tus sueños. Siempre temí que esos sueños no te iban a dejar nunca ser mío, ni de nadie. Me hubiera gustado verte una última vez, poder mirarte a los ojos y decirte cosas que no sé contarle a una carta. Nada salió como lo habíamos planeado. Te conozco demasiado y sé que no me escribirás, que ni siquiera me enviarás tu dirección, que querrás ser otro. Sé que me odiarás por no haber estado allí como te prometí. Que creerás que te fallé. Que no tuve valor. Tantas veces te he imaginado, solo en aquel tren, convencido de que te había traicionado. Muchas veces intenté encontrarte a través de Miquel, pero él me dijo que ya no querías saber nada de mí. ¿Qué mentiras te contaron, Julián? ¿Qué te dijeron de mí? ¿Por qué les creíste? Ahora ya sé que te he perdido, que lo he perdido todo. Y aun así no puedo dejar que te vayas para siempre y me olvides sin que sepas que no te guardo rencor, que yo lo sabía desde el principio, que sabía que te iba a perder y que tú nunca ibas a ver en mí lo que yo en ti. Quiero que sepas que te quise desde el primer día y que te sigo queriendo, ahora más que nunca, aunque te pese.
Te escribo a escondidas, sin que nadie lo sepa. Jorge ha jurado que si vuelve a verte te matará. No me dejan ya salir de casa, ni asomarme a la ventana. No creo que me perdonen nunca. Alguien de confianza me ha prometido que te enviará esta carta. No menciono su nombre para no comprometerle. No sé si te llegarán mis palabras. Pero si así fuera y decidieses volver por mí, aquí encontrarás el modo de hacerlo. Mientras escribo, te imagino en aquel tren, cargado de sueños y con el alma rota de traición, huyendo de todos nosotros y de ti mismo. Hay tantas cosas que no puedo contarte, Julián. Cosas que nunca supimos y que es mejor que no sepas nunca. 
No deseo nada más en el mundo que seas feliz, Julián, que todo a lo que aspiras se haga realidad y que, aunque me olvides con el tiempo, algún día llegues a comprender lo mucho que te quise.


Siempre,

Penélope."



                                                       




sábado, 1 de diciembre de 2012

Hoy no me atrevo a hablar.


Hoy, hoy no me atrevo a hablar. Ni hoy, ni mañana. Ni dentro de un siglo. Quizá te dé igual mi vida interior. Lo siento si es así. Solían gustarte mis pensamientos trasladados al papel, pero sólo aquellos que te permitía leer. Yo disfrutaba con tus sonrisas, entre papeles, sonrisas que no llegaban a tus ojos. Aun así me conformaba, porque eran sonrisas de complicidad, sonrisas no transformadas. Disfrutaba mandándote indirectas que sólo yo entendía. Tan jóvenes y con tanto miedo. Qué contradicción más absurda. Me pregunto cuánto tiempo dedicas todavía a pensar en mí. Sería divertido hacer una gráfica común de pensamientos mutuos y ver cómo se me disparan mis cifras, mientras que las tuyas permanecen inalterables, tan frías, tan indiferentes. Me arrepiento de acciones no llevadas a cabo, de palabras desaprovechadas. Me pregunto si tú también fuiste consciente de su existencia en algún momento y también las dejaste escapar. Pienso a menudo en cómo será nuestra vida dentro de unos años, si habré puesto punto y final a esa costumbre que tengo últimamente de amarte en silencio. Si seguiremos en contacto, si por una vez en tu vida me echarás de menos. Y así es como veo las cosas, incompletas, apagadas si no estás tú con el brillo de tus ojos. Deberíamos haber parado el tiempo en ese instante en el que nuestras manos se rozaron y mi corazón dejó de latir. Deberíamos haber hecho las cosas bien. Pero yo siempre estaré dispuesta a empezar de cero siempre que tú quieras, cuando tú me lo pidas. Y cuando digo siempre, es siempre. Hoy, mañana, y dentro de un siglo. 


domingo, 25 de noviembre de 2012

Human.

Somos extraños de nuestra propia vida, artífices de nuestra derrota, únicos culpables de la esperanza. Somos héroes predestinados a encontrarse. Somos cordura y somos locura. Somos todas esas cosas a la vez, porque si no lo fuéramos, todo esto tendría sentido. Y nada tiene ya sentido, ya nada para mí, ni para ti, ni para nadie. Porque no puede tenerlo, porque cuando ya no estés no se lo vas a buscar. Y qué es la vida sino su propia esencia, por qué debería importarnos la muerte, cuando nadie va a salir vivo de ella, cuando nadie jamás la ha conseguido explicar. Y, sin embargo, buscamos una explicación, con el único fin de darle un poco menos de sentido a todo, porque es paradójico buscar una explicación a algo que no la tiene hasta que quiera mostrarse por sí misma. Somos la confusión y el caos. Somos el miedo y la valentía. Somos el amor y el odio. Desde las mariposas en el estómago hasta la maravillosa sensación de la venganza y el rencor. Somos pasión, somos dolor, así como los creadores del mismo. Nos encanta recrearnos en nuestras propias invenciones, nos encanta la atención. Somos crueles, egoístas y traicioneros. Somos sensibles y compasivos. Somos impredecibles. Somos muchas cosas. Pero, por encima de todas ellas, somos humanos.



sábado, 20 de octubre de 2012

Octubre.

Hoy por hoy, soy una de esas personas- quizá ya de las últimas- a las que le horrorizan las relaciones de amor artificial. Tal vez pienses que estoy exagerando, y tal vez estés en lo cierto. Todos esos detalles bonitos del cortejo, de las miradas, de las indirectas, de las noches en vela comiéndose la cabeza tanto el uno como la otra, sintiendo que podrían aprender a amarse, con el tiempo, sabedores de que el sentimiento está ahí, que sólo tienen que sacarlo a la superficie. Pero no, ahora todo son relaciones impersonales, frías, vacías, distantes. Donde lo importante no es si amas a tu pareja, si lo que sientes es lo suficientemente fuerte como para seguir adelante con ello. Aquí lo que de verdad importa es si ella te atrae físicamente, el exterior. Si tu novio es lo suficientemente popular como para que los demás te envidien. Si la chica en cuestión además no hace uso de cerebro, entonces, mucho mejor. Si él es rapero o hace algo que sea moderno, como drogarse o conducir a velocidades que pongan su vida en juego, eso mejorará tu imagen social. Si no trabaja ni estudia, entonces es que eres muy afortunada, cuantas menos luces tenga, mejor. Quizá sea yo, que soy demasiado rara, que al parecer no veo la realidad como los demás, que no quiero vivir engañada. No lo sé. Sólo espero encontrar algún día a algún chico perdido también en este mundo que nos ha tocado vivir, que me enamore con una simple sonrisa, una de esas sinceras, que te llenan por dentro, y que pueda pensar: "Esta es la sonrisa que quiero ver hasta el fin de mis días. Esta es la persona con la que quiero hablar hasta quedarme sin palabras. Esta es la persona junto a la cual quiero luchar." Porque las cosas más sencillas, los detalles, lo que empieza casi como una broma; eso, es la esencia de la vida, lo que de verdad conocemos como amor. 




martes, 25 de septiembre de 2012

Obsesión.

Apoyo la cabeza contra la confortable almohada, esperando otra noche más que las puertas del sueño se abran para mí. Escucho en el silencio de la noche el llanto de un niño que bien podría ser mi conciencia, atormentada por los más estúpidos e insignificantes temores. Mientras, intento refugiarme en mi jaula de palabras, como sólo yo sé hacer; o quizá hoy toque la lectura de un buen libro, pero, la verdad, últimamente no estoy para muchos sermones. Continúo dando vueltas a mis recuerdos, ficticios o no, al tiempo que me invaden fugaces imágenes y pensamientos. Todavía puedo oír los versos de Neruda resonando en mi cabeza, acosada por incesantes cefaleas. Cambio de posición y me enrosco en el mar de sábanas, que esperan pacientes a ser surcadas por los galeones de mis sueños. Las preguntas se agolpan en mi cabeza como gotas de lluvia resbalando por la ventana un día de tormenta. Me pregunto cómo una persona puede llegar a sufrir tanto por otra. Ruedo una vez más por el colchón y tanteo con los dedos el interruptor de la lámpara de noche. Al fin consigo encenderla, es entonces cuando noto su presencia. Ella todavía sigue ahí. Me mira con ojos anhelantes y sonrisa traviesa, como sólo ella sabe. Esa extraña y ridícula obsesión continúa ganándole terreno a las sombras de mi habitación, como una elegante y solitaria dama. Me tiende una mano de uñas largas como garfios, prometiéndome otra noche más de sueños imprecisos e intermitentes. Doy un suspiro. No consigo alcanzar la temperatura ideal. Estoy ardiendo por fuera, en cambio dentro de mí sólo existe el frío más salvaje y aterrador. Parece que otra noche más Morfeo se niega a visitarme. Tendré que contentarme de nuevo con sombras de mis antiguos deseos. Lo intentaré, una vez más. Apago el interruptor. La extraña sonrisa de mi amiga sigue contemplándome. Parece decidida a acompañarme hoy también. Sonrío para mis adentros. Eso está bien. Cierro los ojos y me dejo engullir por un estado de duermevela. Mañana será otro día.



jueves, 6 de septiembre de 2012

Miedo.

Porque estoy volviendo a sentirlo, y tengo miedo. Tengo miedo de lo que siento, de lo que hago y de lo que pueda suceder. Tengo miedo del ayer, del presente y del mañana. Tengo miedo de esta situación y de lo que venga a continuación. Pero, qué coño, no se puede vivir con miedo.






P.D: Hay que superarlos.

martes, 14 de agosto de 2012

Ahora que tú eres tú y yo soy yo.

Ahora somos tú y yo. Nos vemos y esperamos reconocernos el uno en el otro. Tú eres para mí mi nube de vapor y yo para ti tu rosa de los vientos. Los dos preferimos ignorar la tormenta que te vuelve frío y que a mí me arrastra. Mira por dónde, igual así dejamos de ser tan hipócritas. Quizá así nos echamos en cara todo eso que no nos atrevemos a decir. Igual a mí se me acaban los días etéreos y tú dejas de fingir sonrisas para complacer a gente que en realidad no te importa lo más mínimo. Tal vez me guste que la tormenta me arrastre, ¿no lo habías pensado? Pues hazlo, porque igual tú mismo te sorprendes yendo hacia ella. Pero esto sólo pasa mientras seamos tú y yo, porque pronto dejaremos de serlo, ya lo verás. Entonces todo volverá a ser como antes, yo aguantaré tus falsas modestias y tú mis falsos enfados. Soy consciente de que quizá no sea lo mejor del mundo, pero nadie dijo que lo maravilloso tenga que ser perfecto. 


jueves, 26 de julio de 2012

Globos de agua.

Con el tiempo, aprendes que muchas veces las cosas buenas llegan sin avisar, así porque sí. Puede que al principio presionar sobre tu objetivo al máximo pueda parecer una idea bastante persuasiva. No te estoy diciendo que dejes de luchar por lo que quieres pero, ¿sabes?, si algo tiene que ser, será; si algo tiene que ocurrir, ocurrirá. Cuánto más buscas algo, más te alejas de ello; y todavía no sé cómo es, que cuando ya ni te acordabas de los colores de tu sueño, lo tienes ahí, y te basta con alzar las yemas de los dedos para poder atraparlo. Es entonces cuando tienes que aprovechar la oportunidad y correr detrás de él, tan rápido que te duelan los pies y se te cansen las piernas. Al fin y al cabo, yo siempre he pensado que los sueños son como los globos de agua: si los aprietas demasiado, o bien se te escurren de entre los dedos, o acaban estallando y salpicándote con toda el agua que llevaban dentro. Sin embargo, si lo coges con cuidado, con suavidad, puedes modelarlo a tu manera, puedes hacer con él lo que quieras e incluso, si tienes buena vista, puedes observar el agua que hay en su interior. A veces el agua está en mayor cantidad, otras es menos abundante, pero siempre habrá sueños guardados dentro de nuestros globos de agua privados.



sábado, 14 de julio de 2012

Silencio.

Cuando has alcanzado por fin ese silencio, ese que tanto llevabas añorando desde hacía tiempo, esa tranquilidad, ese sosiego. No, no me refiero a un silencio parcial, a ese que se escucha por las noches cuando te vas a dormir, a ese al que te acostumbras en la ciudad. Superficial, artificial, creado para engañar, para gustar. Ese silencio comercial. No, yo me refiero al silencio total, al que te inspira paz, la de verdad, sin trucos, sin mentiras. Cuando después de tanto tiempo buscándolo desesperadamente lo encuentras, al fin sientes que tu vida está completa, que tanto esfuerzo y dedicación tienen un sentido, que ya no dudas de ti misma, y a la vez te da todo igual. Cuando consigues mantener una tregua con el mundo, un descanso, un gran y profundo alivio. Es entonces cuando empiezas a apreciar las maravillas que te rodean cada día, cuando te das cuenta de la suerte que tienes, cuando observas los pequeños detalles con detenimiento, que, al fin y al cabo, son los más importantes. Acabas percibiendo todo de otra forma totalmente distinta a la que estabas acostumbrada, y tú misma te sientes diferente, cambiada, con más ganas de todo, mucho más preparada para afrontar el día a día, más llena de vitalidad. Y es que siente, realmente, que vuelves a nacer.


lunes, 25 de junio de 2012

Luz.

¿Conoces ese brillo de sus ojos que aparece cuando se ríe? ¿Te acuerdas del ruidito ese que le sale cuando se concentra? ¿Acaso esas largas pestañas que se le acentúan cuando baja la mirada? ¿Y qué me dices de esa sonrisa torcida que tanto me gusta? Lo describo, porque no quiero que llegue el día en el que pueda olvidarlos; todos esos elementos de su perfección basada en lo imperfecto, en sencillo, en lo auténtico y a veces en lo falso. Pero claro, ¿cómo describir esa sensación de que parece a veces que lo conoces de toda la vida? Él es hermoso, por exceso o por defecto, aún no lo tengo muy claro. Pero qué sino me queda, que intentar no olvidar esos gestos, tus gestos; ese poco cariño del que pude disfrutar a tu lado. No te olvides: cuando nadie esté ahí para ayudarte, yo no dudaré en ir junto a ti. Algún día lo entenderás, y te acordarás de mí, y es probable que te compadezcas de mí. No lo hagas. Si estoy así por ti, es cierto, pero también es culpa mía. Lo siento si no puedo controlar mis sentimientos, si alguna vez te he fallado, me he ido de la lengua, te he hecho daño de alguna forma. Hazme un favor y no me lo tengas en cuenta, así, ahora que empieza el verano, sólo verás en mí buenos recuerdos. ¡Ah! Y continúa tu camino por favor, a mí déjame en paz, hazme caso por una vez en tu vida. En el fondo sé que no lo harás a pesar de todos mis esfuerzos, porque eres un terco y un cabezón y, mierda, sí, me encanta, es jodidamente encantador.




jueves, 7 de junio de 2012

Concierto.

No sé si al final tanto criticar al mundo tal y como es y tener sed de rebelión va a servir para algo más que para gritar y saltar por unos ideales. Sólo sé que por lo menos habrá que intentarlo, que no me limitaré a mirar. Tal vez sólo haya servido para desahogarme un poco, o tal vez no. Sólo sé que para mí ha significado mucho, y que el futuro, ese que ahora nos parece que no existe, está única y exclusivamente en nuestras manos, y que no podemos dejar que nos lo quiten como a un niño un juguete. No podemos dedicarnos a llorar y olvidarlo con el paso del tiempo. Debemos luchar, ahora que somos jóvenes, ahora que podemos. Este mundo va a cambiar, para bien o para mal, y la responsabilidad la tendremos nosotros.


jueves, 31 de mayo de 2012

Amistad.


Es gracioso la forma en que la gente se acaba cogiendo cariño, y digo gracioso, porque son bastantes las veces en las que empiezas a escuchar a una persona sabiendo que al final te va a encantar. Y sí, es así de simple, como si fuera una canción. Como cuando llevas meses conociendo a alguien, y lo consideras más parte de ti que a un familiar con quien compartes genes. Lo peor de todo, es cuando encuentras a esas personas especiales que, desgraciadamente, no abundan, y las empiezas a echar de menos. Pero en el fondo te conformas con compartir un trocito de tu vida con ellas, porque sabes que por muchos días que pasen sin su presencia, esas personas siempre van a estar ahí, apoyándote en los momentos difíciles, riéndose contigo cuando toca, compartiendo sueños; como sea, venciendo la distancia, las obligaciones y el tiempo. Que no nos damos cuenta, que la vida son dos días, y uno está lloviendo; los amigos verdaderos escasos y las oportunidades fugaces. Pero no pasa nada, para eso tenemos sueños y objetivos, por eso luchamos. Lo único que te pido es que tú luches a mi lado.


viernes, 18 de mayo de 2012

Simple.

Cuando te despiertas, no sabes lo que te deparará el nuevo día, es imposible saberlo. Por muy controlado que creas tenerlo todo, por mucho que te obliguen a seguir un estúpido horario y unas estúpidas normas, jamás conocerás lo que vas a hacer ese día. Un día cualquiera se puede convertir en tu mejor día, o el peor de tu vida y es que, es por esa increíble capacidad que poseemos los humanos de poder cambiarlo todo en segundos, lo que nos permite pasar de la felicidad plena al completo desastre, de la tristeza más infinita a la alegría más sincera, y es por eso que nunca, jamás, debes fiarte de un día cualquiera. 



domingo, 6 de mayo de 2012

El temor de un hombre sabio.

"Auri me esperaba sentada en una ancha chimenea de ladrillo. Llevaba el vestido que yo le había comprado y balanceaba distraídamente los pies descalzos mientras contemplaba las estrellas. Su fino cabello formaba alrededor de su cabeza un halo que se desplazaba con el más leve soplo de brisa.
Pisé con cuidado al centro de una plancha de chapa del tejado. La plancha produjo un sonido hueco bajo mis pies, como un lejano y melodioso tambor. Auri dejó de balancear los pies y se quedó quieta como un conejillo asustado. Entonces me vio y sonrió. La saludé con la mano.
Bajó de un salto de la chimenea y vino corriendo hasta mí, la melena ondeando.
- Hola, Kvothe. -Dio un pasito hacia atrás-. Hueles mal.
Compuse mi mejor sonrisa del día.
- Hola, Auri -dije-. Tú hueles como una muchacha hermosa.
-Sí -coincidió ella, jovial.
Dio unos pasitos hacia un lado, y luego otra vez hacia delante, de puntillas. 
- ¿Qué me has traído? -me preguntó.
- Y tú, ¿qué me has traído? -repliqué.
Ella sonrió.
- Tengo una manzana que piensa que es una pera -dijo sosteniéndola en alto-. Y un bollo que piensa que es un gato. Y una lechuga que piensa que es una lechuga. 
- Entonces es una lechuga inteligente.
- No mucho -dijo ella con una risita delicada-. Si fuera inteligente, ¿por qué iba a pensar que era una lechuga?
- ¿Ni siquiera si fuera una lechuga? -pregunté.
- Sobre todo si fuera una lechuga -dijo ella-. Ya es mala pata ser una lechuga. Pero peor aún pensar que se es una lechuga. -Sacudió la cabeza con tristeza, y su cabello siguió su movimiento, como si flotara bajo el agua.
Abrí mi hatillo.
- Te he traído patatas, media calabaza y una botella de cerveza que piensa que es una hogaza de pan.
- ¿Qué piensa que es la calabaza? -me preguntó con curiosidad, contemplándola. Tenía las manos cogidas detrás de la espalda.
- Sabe que es una calabaza -dije-. Pero hace ver que es la puesta de sol.
- ¿Y las patatas?
-Las patatas duermen -dije-. Y me temo que están frías.
Auri me miró con unos ojos llenos de dulzura.
-No tengas miedo -me dijo; alargó una mano y posó brevemente los dedos sobre mi mejilla, y su caricia fue más ligera que la caricia de una pluma-. Estoy aquí. Estás a salvo."

El temor de un hombre sabio. Patrick Rothfuss.


domingo, 22 de abril de 2012

Dame alas.

Dame alas para volar, y luego no me las cortes, déjame escapar, irme lejos, y luego no me llames si me echas de menos. Entiende el cansancio que me supone tener que estar en este mundo todo el tiempo, no pretendas mi atención a cada momento. Dame alas, ilusióname con la mayor tontería pero luego no lo arregles todo con una mirada de disculpa y me digas que era mentira. Permíteme acercarme a ver el cielo, aunque sólo sea un rato y tú estés tan lejos cuando yo me voy tan arriba. Dame alas y hazme promesas que te puedas permitir hacer, no hables en vano, por favor. Sé feliz mientras mires al cielo y te acuerdes de mí, también cuando vuelvas tu vista al suelo y mi recuerdo abandone tu mente, y ya no sepas adónde ir. No me escuches cuando te digo que quiero volar lejos de aquí, porque cuando descubras que era verdad ya no valdrá la pena lamentarse, y será lo mejor para ti. No mires atrás rememorando esas noches sin luna que a mí me parecían tan eternas. Déjame escapar si lo único que quieres es paz. Yo estaré allí, entre las nubes, esperando a que decidas usar tus alas escondidas tras la puerta de tu habitación, ya grises por el paso de los años, cambiadas y polvorientas. Olvidadas. No tengas prisa, que los buenos momentos llegan siempre tarde, pero cuando llegan, son inolvidables. Mientras tanto, continuamos nuestro camino sin ningún control, yo volando, tú andando, sin miedo a tropezarnos, sin miedo de caernos, esperando que cuando lo hagamos, aparezca el otro para darte un abrazo y recordarte que todo irá bien.


viernes, 13 de abril de 2012

Sombras.


Esa sombra dentro de mí ha vuelto. Lo sé. La noto. No sé de dónde ha salido ni por qué, o quizás sí lo sé pero no quiero admitirlo. Me cuesta creer que haya vuelto a caer en la misma trampa, pero si lo piensas bien tampoco resulta tan extraño. Siento cómo poco a poco la sombra se apodera de mi ser, de mis acciones, mis palabras y mis sentimientos; cómo me envuelve. Ese escalofrío. Otra vez. Esa impotencia. Otra vez. Intentan hacernos creer que el mundo es rosa y los Reyes Magos existen. La sombra me oprime, me agobia. Intentan hacernos creer que las personas malas van al Infierno y las buenas al Cielo. Es mentira. Y lo sabemos. Pero aun así nos dejamos engañar, queremos creer lo que nos dicen, incluso sabiendo que no es verdad. Quieren manipular el tiempo, aunque en el fondo tengas la certeza de que cuanto más mayor eres, más numerosas son tus arrugas, más tus recuerdos, mayor el peso de tu alma. Se empeñan en vendernos bonitas imágenes de la vejez, y sabemos que no es así, y nos lo tragamos igual. Nos hacen creer que los políticos no nos engañan y que la droga es mala. Claro, entonces aparecen las sombras. Pálidas al principio, fuertes a medida que nos creemos nuestras propias mentiras. Cuidado con tu sombra, no dejes que se haga demasiado grande, o te darás cuenta de su presencia y, claro, eso no les interesa, no les beneficia. Prefieren que la sombra nos vaya consumiendo poco a poco y no tengamos tiempo de reaccionar o lo hagamos demasiado tarde. Ellos saben que nos gusta oír lo que queremos oír, y nosotros queremos oír que nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Pero nadie nos dice que no es solamente eso, que hay mucho más, muchísimo más. Cierta gente no quiere ni oír hablar de términos como esperanza, libertad y justicia; así como de opresión, guerra y dolor, y mucho menos de revolución. Quieren que las sombras nos devoren y que acabemos diciendo a todo que sí. Pero no lo permitas, no dejes que la sombra te venza, sé que puedes hacerlo. ¿Ves? Así, ya está. Ahora se está mucho mejor; pero no cometas el error de dejar que vuelva, no cometas el error de dejarte engañar de nuevo, ni siquiera por ti mismo.


jueves, 5 de abril de 2012

Venganza.

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y que cuando por fin logras conseguir tu propósito te invade una malévola satisfacción interior. Dicen también que ese sentimiento puede hacer cambiar tanto a una persona que ni su más allegado amigo la reconoce. La venganza es un sentimiento tan fuerte que puede hacer perder la cordura a más de uno. Pero lo que no dicen es que la venganza puede resultar muy divertida,...



...que puedes vengarte por amor...


...o hacerlo contra un mundo de ideas corruptas.

domingo, 1 de abril de 2012

Ella.

Ella conoce mi grupo favorito. Ella sabe que si algún día llego a ir a un concierto suyo me pondré a chillar como una loca, y ella estará a mi lado. Ella sabe que soy capaz de levantar la ceja en ese gesto que le hace tanta gracia, pero solo la izquierda, porque con la otra no soy capaz. Ella sabe que soy zurda, como ella misma. Ella conoce mi pasión por la lectura y sabe que me encanta escribir. Ella conoce mi manía de estar mirando el reloj cada dos segundos cuando se acerca la hora de marcharse. Ella conoce mi fobia a los payasos. Ella conoce mi pasión por las rayas, los chicos de rizos alborotados y las gaviotas. Ella es a la única que se le podría ocurrir jugar al fútbol con la Play 3 intentando defender la portería del contrario. Ella es la que me echa la bronca cada vez que le hablo de amor. Ella es la que odia con todo su ser a Justin Bieber. Ella es la que siempre tiene las manos heladas. Ella es la que sabe que yo las tengo calientes haga frío o calor. Ella es la que viene siempre saltando y gritando como una loca: " ¡¡¡Tía tía tía tía tía tía tía tía!!!" cuando haya alguna novedad, relevante o no. Ella es la que entra por la puerta de mi casa y ya sabe dónde está todo. Ella es la que se va disparada a mi habitación antes de saludarme casi para ver a mi cobaya. Ella es la que tiene un sofá-cama más duro que una piedra. Ella es la que tiene esa sonrisa tan agradable y esos rizos saltarines. Ella es la que nunca en su vida cogerá el bus, incluso cuando llegue la invasión zombie. Ella es a la que le encanta el teatro, el chocolate y el vozka. Es a ella a la que la vuelven loca los chicos rubios de ojos azules. Ella es la que siente pasión desmedida por Ewan McGregor por encima de cualquier chico, la que sabe que expresiones tales como "hacer oraciones" y "¡Hace un frío de pato!" pueden provocar en nosotras risas y miradas de complicidad, mientras el resto no se entera de nada. Ella me aguanta cuando me pongo tonta, cuando estoy de bajón y cuando estoy alegre. Ella se pone a cantar y a bailar conmigo en medio de la calle desde "I'm shipping up to Boston" hasta "Réquiem por un sueño", pasando por "Take me out" y "Don't stop me now". Es a ella a la que le encanta Castrelos y la enternecen todo tipo de perros, por muy feos que sean. Es ella la única que me ha pedido más de una vez que bajara la voz, porque con ella paso de mi normal tono de voz bajito a berrear en medio de la calle, porque me he emocionado con lo que estoy contando. Es ella la que sabe que cuando veo "Moulin Rouge" lloro, sin importar las veces que ya la haya visto. Es con ella con la que intento hablar "medieval" y con la que me acabo meando de la risa. Es con ella con quién me meto cuando tenemos nuestras discusiones letras-ciencias. Es a ella a quién echo de menos en clase. Es ella la que sabe que soy un pelín rencorosa a veces. Es ella la que puede ir por la calle y encontrarse de frente con un elefante en bicicleta y no enterarse porque va en su mundo. Es a ella a la que le gusta Franz Ferdinand, las camisas de cuadros modernas y los relojes. Es ella la que si algún día llegase a estar seria, sería como si el Sol empezase a bailar salsa alrededor de la Tierra. Ella es la única persona del planeta que se salvaría si hubiese un apocalipsis zombie, porque lo tiene todo planeado. Es a ella a la que no le gustan las cosas sentimentaloides, pero si son mías las aguanta.
¿Sabes? Probablemente cuando viste la extensión del texto te acordaras de mí y de toda mi familia por hacértelo leer. Ya me puedo imaginar tu cara de espanto y, siento decírtelo, pero me entra la risa. Bueno, como podría seguir años escribiendo sobre nuestra amistad, lo dejo aquí. Espero que aún me quieras un poquito, porque yo no sé que haría sin ti, de verdad. Muchas gracias.





martes, 27 de marzo de 2012

Marca tú la diferencia.


Corre. Vuela. Sonríe. Diviértete. Canta. Baila. Llora. Enfádate. Reconcíliate. Salta. Agáchate. Duerme. Silba. Tararea. Llora de felicidad. Enamórate. Gústate a ti misma. Estudia. O no. Ríete del mundo. Sufre. Quiere. Ama. Odia. Compra una mascota. Escucha. Habla hasta quedarte sin palabras. Salpica. Déjate mojar. Nada. Maquíllate. Escucha música. Lee. Sal de fiesta. Mira la tele. Disfrázate. Emborráchate. Olvida. Recuerda. Avergüénzate. Comete errores. Aprende de ellos. Ten un mal día. Ten un día perfecto. Comete locuras. Fíjate en los pequeños detalles. Abúrrete. Reflexiona. Dibuja. Besa. Huele el olor de la hierba recién cortada. Siente el agua del mar en tus pies. Trabaja. Planta un árbol. Sal a la lluvia sin paraguas. Acaricia. Desenchúfate del mundo. Aprende a ser feliz. Haz fotos. Viaja. Discute. Cásate. Preocúpate. Arrepiéntete. Libérate. Aprueba. Suspende. Encapríchate. Escribe. No mires atrás. Vuélvete loca. Disfruta. Quédate en la cama todo el día. Aprende. Grita. Sorpréndete. Emociónate. Atrévete. Quédate en blanco. Camina hasta donde los pies te lleven. Cuenta los segundos. Abraza. Sueña. Sopla. Estornuda. Lucha. Traiciona. Sé traicionado. Escápate. Ríndete. Sigue adelante. Di hola. Di adiós. Crea una revolución. Apasiónate. Siente...


PD: ¡Ah! Y un último favor, vive.

sábado, 24 de marzo de 2012

Soul.

Me gusta pasear de noche por la ciudad, me gusta ver cómo se oculta el sol al final del día. Adoro cuando salgo de casa y veo correr a la gente, siempre con prisas, siempre yendo hacia algún sitio sin fijarse en nada. Me gusta ver todo ese bullicio y sentirme tranquila en mi interior. Es divertido ir mirando las caras de la gente, e intentar adivinar su estado de ánimo sólo por sus expresiones. A veces, me dedico a imaginar situaciones valiéndome de mis recuerdos acerca de tu risa, de momentos ya pasados tergiversados por mi mente. Es bonito alejarse del mundo de vez en cuando, creerte por un instante que no necesitas a nadie, que puedes hacerlo todo tú sola. Imaginar que no hay nadie, estar sólo tú contigo misma, comprender que nada podría ir mal, que nadie te rompería el corazón, que no habría más enfados. Qué vida más tranquila, qué relajada...y qué insulsa, qué falta de sentido, qué absurda. Ya nos cuesta vivir en este mundo que nos ha tocado con gente que te quiere, que te apoya, para que pienses que puedes hacerlo todo tú sola. No lo hagas por orgullo, ni por dignidad, no está mal pedir ayuda de vez en cuando, también es bonito regalarla. No te diré que nunca lo olvides, porque sé de antemano que lo harás, pero no te preocupes, cuando lea en tus ojos que necesitas mi ayuda, aun cuando no me la pidas, yo estaré ahí, siempre. Eso sí puedes tenerlo claro.


viernes, 23 de marzo de 2012

As bágoas da chuvia.

Expresión de sentimentos contraposotos. Náufragos dos meus ollos. Sabor salgado da miña vida. Pequenas pingas perfectas de dor e tristura, de ledicia ou rabia. Amargas ás veces, doces outras. Auga cargada de sentimentos. Regalo para os meus beizos. Tristura do corazón, escusa dos namorados lonxanos, dos grandes encontros, das grandes despedidas, de problemas non resoltos. Vergoña dos enfadados co mundo, consolo dos abatidos. Dor no peito pola emoción contida. Ronseles de pinceladas dunha vida. Murmurios da alma. Pequenas señoritas á carreira, provocando o desenfoque do mundo. Se te fixas ben, en cada pequena pinga aparecen reflexadas tódalas palabras que non dixeches, ou aquelas polas que falaches de máis, motivos de alegría e grandes penas. Cando unha delas queda prendida no teu dedo, non te limites a esquecela. Obsérvaa con detenemento, escoita o teu interior, non fagas uso do racional, aprende a mirala con outros ollos, cos do corazón, e descubrirás así todo aquilo que ata entón non viras.

Para algúns é un sixelo fenómeno biolóxico, para outros é a cousa máis fermosa que endexamais se puido observar. Ti decides con qué ollos queres mirar as bágoas da túa vida.






domingo, 18 de marzo de 2012

"Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que tengo miedo cuando dices que me amas."

Bob Marley.




martes, 28 de febrero de 2012

Ariadna.


Aquella noche no tenía nada de especial. Era una noche cualquiera de una día cualquiera. Se bajó del coche y se quedó parada contemplando el magnífico espectáculo que era aquella mansión. Hacía ya mucho tiempo que no experimentaba aquella sensación de pequeñez, de insignificancia. Un escalofrío le recorrió la espalda. Se ajustó la chaqueta y comenzó a andar hacia aquella casa que había sido su hogar durante demasiados años. Las hojas secas crujían bajo sus pies y el aire de la noche transportaba el olor de los rosales y los abedules, que ahora aparecían deslucidos, sin vida, sus siluetas recortadas en la oscuridad como formas fantasmagóricas. La fachada del edificio aparecía cubierta por la hiedra, que había acabado por invadir cada centímetro de la construcción sin que nadie se lo impidiera. Subió los escalones de piedra y empujó la puerta de madera, que chirrió como si se quejara de que la importunaran a aquellas horas de la noche.
Cuando abrió la puerta, no le gustó lo que vio. Todo en el interior de la mansión estaba cubierto por sábanas blancas: las estatuas, los grandes muebles, las lámparas de araña, los cuadros… absolutamente todo. Aunque no había mucha luz, ella reconoció cada estancia, cada rincón de la casa. Caminó al frente y subió las gastadas escaleras de caracol. Las descascarilladas paredes parecían seguirla con la mirada.
Cuando llegó arriba, sus pies la guiaron mecánicamente hacia la biblioteca. Todo seguía como la última vez que lo había visto. Empezó a tirar de las sábanas, descubriendo así uno de los mayores tesoros de aquella casa. Enormes estanterías cubrían las paredes, alzándose casi hasta el techo; en el centro, dos mesas de roble rodeadas por sillas de cuero completaban la estancia. Paseó las yemas de sus dedos por los antiguos lomos, rozándolos, casi con temor de que pudieran desvanecerse en cualquier momento, recordando tantas páginas devoradas, tantos libros olvidados… Se asomó a uno de los grandes ventanales y contempló durante un momento el paisaje del mar embravecido, las olas chocando contra las rocas, la espuma disipándose en el aire. Decidió salir de allí, aquello le estaba sentando peor de lo que había previsto. Salió al pasillo y apuró el paso, dispuesta a irse de allí cuanto antes. Definitivamente aquello no había sido una buena idea. Entonces, un recuerdo fugaz cruzó su mente: el susurro de una melodía conocida, una sonrisa amable, una sensación de libertad… Decidió echar un vistazo, al fin y al cabo, el daño ya estaba hecho. Volvió sobre sus pasos y giró a la izquierda, el olor característico de la habitación de baile inundó la sala. Nunca había olvidado ese aroma. Oyó el viento soplando entre los árboles, susurrante. Avanzó a tientas hacia el elegante piano, lo descubrió. Aspiró hondo, durante años habría dado cualquier cosa por hacer lo que ahora. Tocó suavemente cada tecla del piano y oyó cómo resonaban las notas en el cuarto vacío y silencioso. Ella no sabía tocar, pero sólo la visión de aquel instrumento la hacía estremecer. Miró la pieza con una mezcla de respeto y nostalgia, recordando… Lentamente, se dirigió hacia el objeto más importante, más increíble, el que más valoraba de aquella casa: el tocadiscos. Le quitó la sábana, abrió la tapa y colocó la aguja. La música empezó a sonar. Su cuerpo reaccionó ante ella. Sus pies adquirieron vida propia, como empujados por un resorte. Al principio despacio, cada vez más deprisa. Cerró los ojos y disfrutó de la sensación. Sintió sus brazos danzar al ritmo de la música, compensando el peso de su cuerpo. Visualizó cada paso, cada apoyo, cada movimiento. Continuó incrementando la velocidad. Se sentía mejor que nunca, estaba maravillada. Sentía cada fibra de su ser, la melodía la envolvía, no podía parar. Giraba una y otra vez, avanzaba y retrocedía. Se mostraba salvaje y desenfrenada unas veces, asustada y escurridiza otras. Pasaba de sentir la alegría más infinita a la tristeza más profunda. Abandonó sus pensamientos y se dejó llevar por las emociones. De repente, todo cesó. Sintió un dolor lacerante en el brazo izquierdo. Se dejó caer hasta el suelo, apoyándose en la pared. Jadeando, abrió los ojos. Jamás había experimentado una sensación tan grandiosa como aquella. Volvió en sí, había oído algo, estaba segura. Un golpe sordo, provenía de detrás. Giró la cabeza, alerta. Deseó no haberlo hecho.
Nadie sabe realmente lo que pasó aquella noche. Alguien dijo haberla visto entrar en la mansión. Nadie la vio salir. Nadie se preocupó de entrar para ver lo que había sucedido. El asunto iba de unas manos a otras y todos se desentendían del tema. Lo cierto era que a la gente no le apetecía entrar en aquel sitio. Lo que sí hubo fue todo tipo de rumores. Unos creen que nada interrumpió su actividad y que la joven bailarina todavía sigue con su danza interminable. Otros dicen que el dolor de su brazo era un síntoma del posterior ataque al corazón que sufrió, provocado por la impresión que le causó lo que vio. Algunos afirman que se suicidó de forma involuntaria, ya que el dolor de su brazo fue debido a un golpe contra una ventana, que se rompió por el impacto y por la cual la chica perdió el equilibrio y se precipitó al fondo del mar; por lo cual, ella nunca habría llegado a oír ningún ruido. Pero la realidad es que nadie sabe qué fue de ella. Yo prefiero creer que sigue viva, o que al final escapó de algún modo de allí. Con el tiempo la noticia se fue olvidando, pero la gente todavía sigue evitando acercarse a aquella casa. De todas formas, a nadie le había importado nunca el asunto realmente, al fin y al cabo, ella siempre había sido una chica extraña que nunca pareció adaptarse allí. Además, estas cosas son sólo cuentos de hadas, ¿no?












martes, 21 de febrero de 2012

Hakuna Matata.

Pues eso: vive y deja vivir.


Gris.


Te esperaré, sí, claro que te esperaré, pero todo tiene un límite. No me gusta que jueguen conmigo, y aprendo muy rápido de mis errores, así que encuentra un término medio. Hazme esperar, pero no me aburras; tampoco te pongas demasiado fácil, es más, hazte imposible, inalcanzable, pero cede cuando veas la oportunidad. Sé tú mismo, siempre, nunca intentes ser otra persona que no eres, porque entonces me perderás definitivamente, y porque aunque no me agraden algunas de tus manías, no me importa, aprenderé a conocerte. Sorpréndeme, haz que sea curiosa aunque no haya nada que curiosear, porque sí, la curiosidad mató al gato, pero el gato murió sabiendo, y yo no quiero morir ignorante. Busca aventuras donde no las haya y crea tu propio mundo, con zonas accesibles y otras totalmente prohibidas, pero encuentra un momento de paz cuando sea necesario. Hazme reír, pero no en exceso, no quiero que parezcas un payaso, ni una persona falsa. También ten ilusiones y sueños, no te quedes ahí parado dejando que otros decidan tu vida por ti. Sé un inconformista, reivindica contra lo que consideres injusto y no seas un borrego que se deje llevar por la sociedad, al que le dicten cuál es el color de moda este otoño o qué tienes que hacer para ser mejor. Además, si hay algo que te pediría de corazón es que seas gris: en esta vida hay demasiadas personas blancas o negras, tú, sé gris. Muchas veces relacionamos el color gris con la melancolía, la tristeza y con cosas totalmente negativas, yo relaciono el gris con lo diferente, con ese término medio. Y para terminar, solo quería que supieras que te amaré hasta el fin de mis días, y que te estaré esperando en el límite del bien y del mal.





lunes, 20 de febrero de 2012

Carpe Diem.

Si hay algo que he aprendido en estos días es eso: Carpe Diem. Nunca me había parado a pensar en el verdadero significado de la frase. Todos estamos aburridos de oír la misma traducción de siempre: disfruta el momento, pero son pocos los que se dan cuenta de su verdadero peso. Y es eso, vive tu vida, como si cada segundo fuese el último, haz que te sientas orgulloso de ti mismo, atrévete con lo que jamás te planteaste ni siquiera soñar, siente la libertad ante tus ojos, haz que todo el mundo te escuche, porque estás vivo. Vivo y cabreado, cabreado con el mundo, porque no te gusta cómo es, cómo otros lo han hecho para ti, sin consultarle nada a nadie. Con la gente, dormida, borrega, insegura. Pero no pasa nada, ahí estás tú para cambiarlo. Porque si no somos nosotros, ¿quién será? ¿Quién lo hará? Hemos nacido para esto, para cambiar el mundo, así que hazte un favor y no te quedes ahí plantado, que sé que estás deseando salir y protestar.

Alba.