domingo, 9 de junio de 2013

Mejorar.



¿Sabes? Al final perdí la voz. Tanto tiempo buscando las palabras adecuadas, o el momento oportuno, preocupándome por detalles sin tener en cuenta la verdadera esencia del asunto. No sé cómo no me había fijado , pero por mucho que me repita las mismas cosas tengo la sensación de que no me hago caso ni a mí misma. Y mira que me lo han dicho cientos de veces. Mi madre siempre dijo que fui muy terca, yo creo que debido a que la mayoría de las veces lo que yo quiero no se corresponde con lo que es mejor para mí. Es extraño esto de tener sentimientos encontrados. Una de las cosas que establecen los principios de la psicología es que no se pueden tener sentimientos opuestos al mismo tiempo. Disiento. Yo sí creo en el amor-odio. Por un lado tienes ganas de que se marche, pero por el otro no te ves con fuerzas para perderlo. Y eso jode, entonces es cuando entras de nuevo en ese círculo vicioso de tu propia integridad física por un lado, tus objetivos por el otro. Sólo tengo una cosa clara, y es que te quiero. Te quiero besar, te quiero gritar, te quiero dormido, te quiero borracho, te quiero abofetear, te quiero conocer, te quiero abrazar, te quiero sorprender, te quiero contar, te quiero ocultar, te quiero inventar, te quiero a escondidas, a las claras y a las oscuras, te quiero, o no.

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