“No
sé si tendré tiempo para escribir más cartas, porque podría estar demasiado
ocupado intentando implicarme. Así que, si esta acaba siendo mi última carta,
quiero que sepas que me encontraba mal cuando empecé el instituto y tú me
ayudaste, aunque no supieras de qué hablaba ni conocieras a nadie que le
hubiera pasado lo mismo, hiciste que no me sintiera solo. Sé que algunas
personas dicen que estas cosas no pasan, y que hay gente que olvida lo que es
tener dieciséis años en cuanto cumple los diecisiete, y sé que algún día todo
esto serán anécdotas, que nuestras fotos se volverán viejos recuerdos y que
todos nos convertiremos en padres o madres de alguien. Pero ahora mismo, estos
momentos no son anécdotas, esto está pasando, estoy aquí, y la estoy mirando
porque es preciosa. Puedo verlo, en ese instante te das cuenta de que no eres
una historia triste, estás vivo. Te pones de pie, ves las luces sobre los edificios
y todo lo que hace que te asombres. Escuchas la canción de aquella noche en el
coche con las personas a las que más quieres en el mundo, y en ese instante
sientes que…somos infinitos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario