martes, 12 de agosto de 2014

R.I.P. Robin Williams.








Os mentiría si dijera que soy y siempre fui una gran fan de este actor, que he visto todas sus películas, o que todas me han parecido buenas. Tampoco sería cierto si os dijera que mi vida no va a seguir girando igual que lo hacía antes, o que ha cambiado en algo. Para nada, no estoy tratando de mitificar a nadie. Lo que sí es verdad es que quisiera dedicar unas palabras a alguien que a mí me parece un buen actor, que ha dicho frases que me han marcado, y participado en dos de mis películas preferidas. Creo que el séptimo arte ha perdido a un importante representante, y eso sí me apena, era relativamente joven y todavía tenía papeles y más películas por delante, a mi parecer. Sin más que añadir, sólo mostrar algunos fragmentos de discursos, de frases, que han dejado huella en mí, que me han hecho aprender, y que no necesitan presentación: hablan por sí solos.




El club de los poetas muertos (1989)

“No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos." 



“Todos necesitamos ser aceptados, pero deben entender que sus convicciones son suyas, les pertenecen (...) aunque toda la manada diga: ¡no está bien! Robert Frost dijo: Dos caminos divergen en un bosque, y yo tomé el menos transitado de los dos, y aquello fue lo que cambió todo. Quiero que encuentren su propio camino.” 





El rey pescador (1991) 


"La historia del Rey Pescador comienza cuando, siendo niño, el rey tiene que pasar una noche solo en el bosque para demostrar su valor y poder convertirse en rey. Mientras pasa la noche solo le sorprende una visión sagrada: en la hoguera se le aparece el Santo Grial, símbolo de la gracia divina de Todopoderoso, y una voz le dice al niño: "Tú custodiarás el Grial para que pueda curar el corazón de los hombres". Pero el muchacho quedó cegado por la visión más impresionante de una vida llena de poder, gloria y belleza. Y en un estado de inmenso asombro se sintió no como un niño, sino invencible. Como Dios. Se acercó a la hoguera para coger el Grial y el Grial desapareció, quedando su mano en el fuego que le produjo grandes quemaduras. A medida que el niño crecía, la herida se hacía más profunda, hasta que un día la vida perdió aliciente para él, ya no tenía fe en los hombres ni en sí mismo. No podía amar ni ser amado. Estaba hastiado por sus experiencias y empezó a morirse. Cierto día, un tonto entró en el castillo y encontró solo al rey. Y al ser tonto era un ingenuo y no vio que era el rey. Sólo vio a un hombre a solas, lleno de dolor, y le preguntó al rey: "¿Qué te aflige, amigo?". Y el rey le respondió: "Estoy sediento. Dame agua para refrescar mi garganta". Y el tonto cogió una copa que estaba junto a su lecho, lo llenó de agua y se lo dio al rey. Y cuando el rey comenzó a beber se apercibió que la herida estaba curada. Miró a sus manos y allí estaba el Santo Grial que había buscado durante toda su vida. Se volvió hacia el tonto y le dijo: "¿Cómo has encontrado tú lo que mis más valientes hombre no han podido?". Y el tonto respondió: "No lo sé. Sólo sé que tú tenías sed"".


El indomable Will Hunting (1997)


"Eres un crío y en realidad no tienes ni idea de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston. Si te pregunto por Miguel Ángel lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me harás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos. Pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro. Si te pregunto por la guerra me citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu amigo entre tus brazos esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo todo. No sabes lo que es dormir en un hospital dos meses porque los médicos vieron que el término horario de visitas no va contigo. No sabes lo que significa perder a alguien. Solo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio piensas que sabes todo sobre mí porque viste un cuadro y rajaste mi puta vida de arriba abajo. Eres huérfano, ¿verdad? ¿Crees que sé cómo ha sido tu vida, quién eres por haber leído Oliver Twist?, ¿un libro basta para definirte? Personalmente eso me importa una mierda, porque no puedo aprender nada de ti de un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto pero no quieres hacerlo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves chaval".

 "No eres perfecto amigo, y voy a ahorrarte el suspense, la chica que conociste tampoco es perfecta. Lo único que importa es si sois perfectos como pareja."

"La gente llama a estas cosas defectos, pero no lo son, son lo mejor."
 





Descansa en paz, oh capitán mi capitán.






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